jueves, 22 de abril de 2010

Web 3.0 y su Relación con Internet

Relación con Internet

En la actualidad, la World Wide Web está basada principalmente en documentos escritos en HTML, un lenguaje de marcas que sirve principalmente para crear hipertexto en Internet. El lenguaje HTML es válido para adecuar el aspecto visual de un documento e incluir objetos multimedia en el texto (imágenes, esquemas de diálogo, etc.). Pero ofrece pocas posibilidades para categorizar los elementos que configuran el texto más allá de las típicas funciones estructurales, como sucede con otros lenguajes de maquetación.
HTML permite mediante una herramienta de visualización como un navegador o un agente de usuario mostrar por ejemplo un catálogo de objetos en venta. El código HTML de un catálogo puede contener aspectos como "el título del documento", pero no hay forma de precisar dentro del código HTML si el producto es una "batería", con un "precio de venta al público" especificado, o si es otro tipo de producto de consumo (es decir, es una batería eléctrica y no un instrumento musical,u otro tipo de instrumento). Lo único que HTML permite es alinear el precio en la misma fila que el nombre del producto. No hay forma de indicar "esto es un catálogo", Tampoco hay forma de relacionar ambos datos para describir un elemento específico en oposición a otros similares en el mismo catálogo.
La Web Semántica se ocuparía de resolver estas deficiencias. Para ello dispone de tecnologías de descripción de los contenidos, como RDF y OWL, además de XML, el lenguaje de marcas diseñado para describir los datos. Estas tecnologías se combinan para aportar descripciones explícitas de los recursos de la Web ya sean estos catálogos, formularios, mapas u otro tipo de objeto documental. De esta forma el contenido queda desvelado, como los datos de una base de datos accesibles por Web, o las etiquetas inmersas en el documento normalmente en XHTML, o directamente en XML, y las instrucciones de visualización definidas en una hoja de estilos aparte. Esas etiquetas permiten que los gestores de contenidos interpreten los documentos y realicen procesos inteligentes de captura y tratamiento de información.